Maniobras como la abolición de la esclavitud desplazaron políticas de inclusión del negro en la sociedad, con el supuesto fin de la esclavitud se asumió no había más que hacer y luego con el mestizaje se pretendió que no había nada que reparar.
Brasil es el país con la mayor población afrodescendiente de las Américas y el Caribe, es también el mayor contingente poblacional negro fuera del Continente Africano, este hecho es resultado de un crimen aberrante e inconmensurable: el tráfico transatlántico de esclavos, el comercio de vidas humanas perpetrado durante cuatrocientos años.
La esclavitud de millones de africanos y afrodescendientes en Brasil -a lo largo de casi cuatro siglos- representa el mayor desplazamiento forzado de la era moderna. Registros históricos indican que a los puertos brasileños habrían llegado aproximadamente 3.600.000 africanos entre los siglos XVI y XIX.
“Los vestigios de esta historia son visibles actualmente, donde las víctimas de la esclavitud y sus descendientes fueron responsables de la generación de riquezas de las colonias, metrópolis y una parte de la burguesía nacional e internacional, pero nunca disfrutaron de los beneficios de ese trabajo” así lo denunció la Coalición Negra por Derechos de Brasil en el 3er Foro Permanente de Personas Afrodescendientes, realizado en Ginebra, Suiza, este 2024.
“Por el contrario, después de la abolición de la esclavitud, las prácticas de racismo y eugenesia objetivamente impidieron el acceso de los afrobrasileños a la tierra, al trabajo, a la educación, a la salud, a la vivienda, a las prácticas de culto religioso de matriz africana, entre otros aspectos esenciales de una inserción social justa y digna” destacó la organización que se articula con el Movimiento Negro Brasileño .
Las desigualdades sociales siguen y diferentes colectivos afro buscan visibilizar el peso de la herencia colonial que recae sobre los cuerpos de la comunidad negra en Brasil.
Los movimientos Raiz da Liberdade, Juventude Fogo no Pavio, Movimento dos Trabalhadores sem Teto y Movimento dos Trabalhadores sem Direito ocuparon un establecimiento de McDonald’s en São Paulo para exigir el fin del 6×1, jornada laboral que implica sólo un día libre a la semana.
Dicha escala de trabajo “Es consecuencia de un proyecto de país que privilegió el enriquecimiento de unos pocos a costa de la superexplotación de la población negra y pobre “, afirma, en una nota, el grupo de movimientos populares que destaca que la mayoría de los trabajadores en esa escala son negros y que además tienen los salarios más bajos. Un análisis del Centro de Estudios Raciales del Insper, realizado a partir de datos de la Encuesta Nacional Continua por Muestra de Hogares de Brasil, confirma los datos.
Un estudio sobre el emprendimiento afro en América Latina señala que al 44% de los afroempresarios en Brasil se les negaron sus solicitudes de crédito, mientras que entre los blancos la tasa de no aceptación de solicitud es del 29%. El informe avalado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) refleja que el 51% de los encuestados ha sufrido algún tipo de discriminación racial en su negocio al menos una vez, el 59% por parte de los clientes y el 54% a través de procesos burocráticos.
Además de falta de equidad laboral, la comunidades afrodescentientes enfrentan políticas de racismo y muerte en sus territorios. De cada 10 homicidios en Brasil, 8 son contra jóvenes negros, según datos de la publicación anual del Instituto de Investigación Económica Aplicada de 2023.
La radiografía habla de un país que está muy lejos de ser una democracia racial y no es casual que el movimiento de negros y negras se mantengan en lucha. No se trata únicamente del Día de la Conciencia Negra, conmemoración que toma de la historia un simbolo para la resistencia.
Zumbi dos Palmares y el día de la Conciencia Negra
El día de la Consciencia Negra se conmemora en Brasil cada 20 de noviembre, como homenaje a Zumbí, líder del Quilombo dos Palmares, nación de cimarrones que luchaban contra la esclavitud durante la colonización portuguesa.
La palabra Quilombo viene de Kilombo que -en lengua africana quimbundu- refiere a campamento de guerra y pasó a designar los emplazamientos donde vivían los esclavos que habían huido de las plantaciones y minas controladas por los portugueses.
Organizado por esclavos negros fugitivos y sus descendientes nacidos libres, los quilombos fueron comunidades autogobernadas y autónomas que se remontan desde mediados del siglo XIX. En ellas también hubo mestizaje con indígenas y minorías blancas.
El Quilombo dos Palmares fue el mayor de los quilombos que existieron en Brasil, en sus últimos tiempos fue liderado por el esclavo fugitivo Ganga Zumba, y luego por su sobrino, nacido libre: Zumbi dos Palmares.
La comunidad Palmares llegó a tener entre 20 y 30 mil habitantes, vivían básicamente de la agricultura y con el tiempo sumaron otras actividades productivas como la metalurgia y la fabricación de objetos en cerámica y madera. Se organizaron bajo un sistema colectivo de trabajo, con una sociedad dividida en campesinos, artesanos, guerreros y funcionarios.
Quienes habitaban estos espacios de resistencias estaban bajo constante asecho de las fuerzas coloniales y sus intenciones de recaptura. Los ataques contra Palmares se intensificaron a partir de 1676 y un alto número de muertes de cimarrones fue usado para ofrecer un acuerdo de paz con la amenaza del recrudecimiento de las hostilidades como telón de fondo.
En diciembre de 1678, el líder Ganga-Zumba formalizó un Acuerdo de Paz con el gobierno colonial y recibió tierras para asentarse con sus seguidores además de ser nombrado oficial del Ejército. Este acuerdo no tardaría en quebrarse por la libertad restringida y violencia perpetrada contra los negros.
La historia de Zumbi, desde su infancia, ha girado en torno a la opresión esclavista. Recién nacido fue capturado y adoptado por el Padre Antonio de Melo, quien le dio nociones de latín, le enseñó a hablar portugués y lo renombró Francisco. A los 15 años de edad, Zumbi regresó a su natal Palmares y se convirtió en líder de quienes rechazaban el acuerdo de su tío Ganga-Zumba con la corona portuguesa.
Tras la muerte por envenenamiento de su tio, Zumbi retomó la lucha guerrillera de los negros contra el poder colonial y por un tiempo logró detener los planes de destrucción que los portugueses tenían para los quilombos. En 1963, Caetano de Mello e Castro asumió como gobernador de Pernambuco y fijó como prioridad acabar con Quilombo dos Palmares.
Desde lo alto de la Serra da Barriga, protegidos por cercas de madera y piedra, los palmarinos resistieron meses, hasta que las fuerzas enemigas se apertrecharon de armamento pesado, incluso cañones, todo condujo a una masacre de la nación cimarrona. En ese ataque, Zumbi logró escapar y resguardarse; sin embargo, luego sería acuchillado a traición por uno de sus hombres de confianza.
Tras la inesperada puñalada, herido en medio del combate, el líder cimarrón fue degollado. Seguidamente, los militares esclavistas colgaron su cabeza en plena plaza pública de Recibe, capital de Pernambuco.
Los quilombos significaron un movimiento sociopolítico y económico de esclavos negros que rechazaron la sumisión, la explotación y la violencia del conquistador. En la actualidad, en Brasil, Zumbi es considerado el más grande líder de la lucha por la libertad, representa más que una figura histórica: es un símbolo espiritual y colectivo de resistencia.
El Día Nacional de la Conciencia Negra se celebra hace más de cincuenta años en diferentes regiones del país. Desde el 2011 fue decretado por ley en homenaje a la muerte de Zumbi dos Palmares acontecida el 20 de noviembre de 1695.
Ilustración Eli Peláez @eli_peza_taller_portatil