Cientos de panameños quemaron banderas de Estados Unidos frente a la residencia del embajador del país norteamericano en repudio a las intenciones de Donald Trump de retomar el control del Canal de Panamá. En la jornada, el líder sindical y uno de los máximos representantes de la izquierda panameña, Saúl Méndez, aseguró que la clase trabajadora del país defenderá su soberanía frente a cualquier amenaza.
La reacción llega tras el discurso de investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, donde reiteró su intención de «recuperar el control del Canal de Panamá». Estas declaraciones, consideradas una amenaza directa a la soberanía panameña, generaron una ola de protestas lideradas por sindicatos y organizaciones sociales.
Méndez también señaló que la amenaza no es solo exterior, sino también de las élites locales siempre dispuestas a alinearse con los intereses estadounidenses. En ese sentido, el dirigente social y sindical desafío a quienes se atrevan a confluir en un plan entreguista y aseguró que la clase trabajadora está preparada para enfrentarse no solo a las intenciones de Trump sino a sus colaboradores nacionales.
La acción se dio en el marco de una convocatoria de la que participaron cientos de manifestantes frente a la residencia del embajador de Estados Unidos en Panamá, portando banderas nacionales y pancartas que denunciaban las declaraciones de Trump. Durante la protesta, varios asistentes quemaron banderas estadounidenses como símbolo de rechazo, mientras coreaban consignas en defensa de la soberanía del país.
En el acto, se recordó la lucha histórica de Panamá por el control del canal, una victoria alcanzada en 1999 tras la implementación de los Tratados Torrijos-Carter.
El control del Canal de Panamá ha sido un tema central en la historia del país. Desde la lucha estudiantil del 9 de enero de 1964, cuando jóvenes panameños enfrentaron a tropas estadounidenses, hasta la transferencia oficial en 1999, la vía ha sido un símbolo de resistencia y orgullo nacional.
Méndez recordó estas luchas históricas en sus declaraciones, enfatizando que cualquier intento de intervención será enfrentado con la misma determinación. «Lo que está en juego no es solo el canal, sino el derecho de los panameños a decidir su propio destino», afirmó.