Níger rompe con Occidente: estudiantes y Gobierno unidos contra el imperialismo

31 enero, 2025
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Miles de estudiantes nigerinos inundaron la emblemática Plaza de la Concertación de Niamey en una masiva movilización convocada por la Unión de Escolares Nigerianos (USN). El objetivo: reafirmar su apoyo al Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP) y denunciar lo que califican como una «ofensiva imperialista» liderada por Francia y Estados Unidos contra la soberanía del país.

Bajo consignas como ¡Abajo el neocolonialismo! y «Níger no se vende», los manifestantes, en su mayoría jóvenes estudiantes, exigieron el fin de lo que describen como una «agresión económica y militar» por parte de potencias extranjeras. Effred Mouloul Al Hassane, secretario general de la USN, declaró ante la multitud: «Nuestra lucha contra el imperialismo no es nueva, pero hoy la juventud asume su papel histórico. No descansaremos hasta ver a Níger libre y soberano».

El evento contó con la presencia del brigadier general Abdou Harouna, gobernador de Niamey, quien enfatizó: «La unidad es nuestro escudo. Solo unidos lograremos convertirnos en una nación poderosa y avanzar hacia el desarrollo».

Ruptura con Occidente y nacionalización del uranio

El gobierno del presidente Abdourahamane Tiani ha dado pasos radicales en los últimos meses para la nacionalización de las minas de uranio. En septiembre de 2024, Níger tomó el control operativo de Somaïr, la principal empresa extractora de uranio del país, hasta entonces dominada por capital francés. Con el 4.7% de la producción mundial y minerales de la más alta calidad en África, este movimiento impacta directamente a Francia, que dependía de Níger para el 15% de su uranio.

Con la expulsión de fuerzas extranjeras, el país se convirtió en el primero de África en romper vínculos con el Comando África de Estados Unidos (AFRICOM), completando la retirada de tropas estadounidenses en septiembre de 2024.

Las autoridades nigerinas vienen elevando el tono contra Francia, a la que responsabilizan de una campaña de desestabilización. Según fuentes militares, espías franceses operarían en el Sahel con identidades falsas, apoyando a grupos terroristas como Boko Haram mediante suministro de equipos de comunicación y financiamiento. «No es terrorismo lo que nos mata, es Francia», sentenció recientemente el presidente Tiani.

Un informe gubernamental reveló que estas redes utilizarían ONG falsas como fachada para crear crisis humanitarias y justificar intervenciones extranjeras. «Es una guerra híbrida: pagan a terroristas para que siembren el caos y luego ofrecen ‘ayuda’ con sus organizaciones», denunció un alto funcionario bajo anonimato.

Un desafío geopolítico en ascenso

Mientras panafricanistas celebran las medidas de Níger como un «ejemplo de resistencia», el país enfrenta presiones económicas y amenazas de seguridad. Aunque Estados Unidos declaró oficialmente su retirada militar, analistas advierten que la presencia de mercenarios y ataques atribuidos a «escuadrones de la muerte» vinculados a Occidente mantienen en vilo a la región.

Es relevante el giro histórico en el Sahel, donde la juventud y los gobiernos soberanos ya desafían abiertamente el orden neocolonial. Con el uranio como arma geopolítica y el apoyo de movimientos panafricanos, Níger escribe un nuevo capítulo en su lucha por la autodeterminación.