En la compañía Ubuntu Teresa Carreño se juntan un grupo de creadores contemporáneos, tercos amorosos que entre limitación y posibilidad han decidido danzar.
La potencialidad de la danza contemporánea reside en traer a escena la interioridad afectada del ser humano y sus relaciones con el entorno. La agrupación nació en 2019 y con la guía de Alexander Madriz ya lleva cinco años de trabajo con artistas de movilidad reducida.
La obra Sororidad, en su segunda temporada, reúne tres coreografías que transitan la emocionalidad contenida, la solidaridad entre mujeres víctimas de violencia y la creación a partir de extensiones del cuerpo que diariamente usan algunos de los intérpretes.
En la danza se da un proceso valiosísimo de comunicación donde el cuerpo ofrece la atractiva coincidencia de ser instrumento ejecutante del discurso y ser el discurso mismo.
Ubuntu nos brinda un instante de iluminación, sus movimientos baipasean la vista, son otras sus dimensiones, no necesitan decir mucho más.
