La víctima, Rodrigo Torres, fue baleado tras una persecución en la ciudad fronteriza. Por la muerte del joven de 22 años fueron detenidos cuatro efectivos de la Gendarmería Nacional luego del hecho registrado en el barrio Praderas del Norte de La Quiaca, en la frontera entre Argentina y Bolivia.
Torres, miembro de la comunidad kolla de Susques, fue perseguido y alcanzado por los disparos cuando transitaba en motocicleta durante la mañana del jueves.
El joven residía en el paraje Campo Grande, se había trasladado a La Quiaca para comprar hojas de coca, utilizadas tradicionalmente en su comunidad para el mascado y ceremonias religiosas. De acuerdo con su familia, fue interceptado por efectivos del Escuadrón 21 de la Gendarmería Nacional y, tras una persecución, le dispararon en reiteradas ocasiones.
La noticia generó conmoción en la comunidad de San Juan de Quillakes, en el departamento Susques, donde Torres vivía. Su tía, Aurora Choque, malonera de la comunidad Inti Apu Collamboy, manifestó que la madre del joven ya se encuentra en La Quiaca y que su familia buscará asistencia legal para esclarecer lo sucedido.
«Rodrigo trabajaba de albañil en Barrancas, no tenía hijos. Nos enteramos tarde de lo que pasó porque la señal en el campo es muy débil», relató Choque. Además, informó que la madrina del joven contratará un abogado para seguir la causa.
Según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA) de La Quiaca, la investigación del caso fue caratulada como «homicidio calificado». El fiscal Alberto Mendivil solicitó la detención de los cuatro gendarmes involucrados, tres hombres y una mujer, quienes fueron trasladados a las celdas del Cuerpo de Infantería.
Las pericias preliminares indican que la motocicleta del joven presentaba cinco impactos de bala. Sin embargo, hasta el momento no se ha informado cuántos disparos alcanzaron su cuerpo. La autopsia está programada para el sábado, mientras que no se ha precisado la cantidad exacta de hojas de coca que llevaba consigo en el momento del hecho.
El asesinato de Torres reavivó el debate sobre los controles fronterizos en la región y la criminalización del uso tradicional de la coca. Organizaciones indígenas y comunitarias expresaron su repudio ante lo ocurrido y exigieron justicia.
El caso de Torres se suma a otros hechos de violencia ocurridos recientemente en el país en los que están involucradas fuerzas de seguridad. Diversos sectores han exigido que se investigue a fondo el accionar de la Gendarmería y que se garantice justicia para la familia del joven.